Frases de Juana de Arco sobre la Verdad y la Justicia
- Cita → «Los niños dicen que a veces se ahorca a las personas por decir la verdad.»
- Cita → «Dices que eres mi juez; no sé si lo eres; pero ten cuidado de no juzgarme mal, porque te pondrías en gran peligro.»
Frases de Juana de Arco sobre el Propósito y la Misión
- Cita → «Una vida es todo lo que tenemos y la vivimos como creemos que debemos vivirla. Pero sacrificar lo que eres y vivir sin creer, eso es un destino más terrible que morir.»
- Cita → «Estaba en mi decimotercer año cuando escuché una voz de Dios que me ayudaba a dirigir mi conducta. Y la primera vez tuve mucho miedo.»
- Cita → «Levántate mañana temprano, más temprano de lo que lo hiciste hoy, y haz lo mejor que puedas. Siempre quédate cerca de mí, porque mañana tendré mucho que hacer, más de lo que nunca tuve, y mañana la sangre saldrá de mi cuerpo por encima del pecho.»
- Cita → «Dado que Dios lo había ordenado, era necesario que lo hiciera. Aunque tuviera cien padres y madres, aunque hubiera sido hija de un rey, habría ido de todas formas.»
Frases de Juana de Arco sobre Conflicto y Desafío
- Cita → «Del amor u odio que Dios tiene por los ingleses, no sé nada, pero sí sé que todos serán expulsados de Francia, excepto aquellos que mueran allí.»
- Cita → «Es verdad que el rey ha hecho una tregua con el duque de Borgoña por quince días y que el duque entregará la ciudad de París al final de los quince días. Sin embargo, no deberías sorprenderte si no entro tan rápidamente en esa ciudad.»
- Cita → «Rey de Inglaterra y tú, duque de Bedford, que te llamas regente del reino de Francia… salda tu deuda con el rey del cielo; devuelve a la Doncella, que es enviada del rey del cielo, las llaves de todas las buenas ciudades que tomaste y violaste en Francia.»
- Cita → «Si no soy [la enviada de Dios], que Dios me ponga ahí; y si lo soy, que Dios así me mantenga.»
Conclusión
«Me siento tan segura en las manos de Dios que no temo nada.» Esta profunda declaración de Juana de Arco encapsula la fuente de su fuerza inquebrantable y su coraje inigualable. A través de estas palabras, Juana nos enseña el poder de la fe y la confianza total en algo más grande que nosotros mismos. Su ejemplo nos invita a buscar una convicción similar en nuestras propias vidas, fortaleciendo nuestro espíritu frente a la adversidad.
«Sobre todo, Dios debe ser amado.» Juana de Arco vivió su vida guiada por un amor y devoción profundos hacia Dios, que influenciaron cada decisión y acción que tomó. Su mensaje nos anima a considerar las fuerzas motivadoras detrás de nuestras acciones y a alinear nuestras vidas con nuestros valores y creencias más profundos.
«Estoy dispuesta a sufrir lo que sea necesario para hacer mi misión.» Juana asumió grandes riesgos y enfrentó severas pruebas con un enfoque singular en su misión. Esta determinación nos muestra la importancia de tener un propósito claro y la voluntad de soportar dificultades por causas que valen la pena.
«Actúa, y Dios actuará.» Repitiendo sus propias palabras, Juana de Arco nos recuerda que, al tomar acción con fe y propósito, no estamos solos en nuestros esfuerzos. Este pensamiento es un consuelo y un catalizador para aquellos que buscan hacer cambios significativos en sus vidas o en el mundo.
Finalmente, «Tengo más miedo de fallar a mis amigos que a los ingleses.» Juana valoraba profundamente la lealtad y el deber hacia aquellos que confiaban en ella. Su lección aquí es la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo, recordándonos que nuestras batallas son a menudo compartidas, y que juntos podemos enfrentar grandes desafíos.
En las palabras y la vida de Juana de Arco encontramos un llamado atemporal al coraje, la fe y la acción. Su legado no solo es un testimonio de lo que una persona con convicción puede lograr, sino también un recordatorio de que, independientemente de las circunstancias, tenemos el poder de moldear nuestro destino y defender aquello en lo que creemos con todo nuestro corazón.